Nacido en Milán, donde se licenció en Arquitectura en el Politécnico y comenzó su carrera profesional, dedicándose a las obras de arquitectura, interiorismo y diseño industrial, con proyectos de objetos decorativos y funcionales destinados a la producción en serie. Posteriormente se dedicó también a proyectos de gestión ambiental, decoración urbana y recuperación arquitectónica.
Activo experimentador de de nuevos materiales, obtuvo muchísimo éxito con el diseño de la butaca en fibra de vidrio Gaia (1965) y de la silla 4875 para Kartell (1974), la primera en polipropileno a nivel mundial. En 2007 ha fundado con Anna y Paolo Bartoli el estudio asociado de arquitectura y diseño Bartoli Design.
Socio de ADI, la Asociación para el Diseño Industrial, ha obtenido el Compasso d'Oro a la carrera, además de un Compasso d'Oro en 2008 con la silla R606 Uno, diseñada para Segis.
Nacido en Milán, donde se licenció en Arquitectura en el Politécnico y comenzó su carrera profesional, dedicándose a las obras de arquitectura, interiorismo y diseño industrial, con proyectos de objetos decorativos y funcionales destinados a la producción en serie. Posteriormente se dedicó también a proyectos de gestión ambiental, decoración urbana y recuperación arquitectónica.
Activo experimentador de de nuevos materiales, obtuvo muchísimo éxito con el diseño de la butaca en fibra de vidrio Gaia (1965) y de la silla 4875 para Kartell (1974), la primera en polipropileno a nivel mundial. En 2007 ha fundado con Anna y Paolo Bartoli el estudio asociado de arquitectura y diseño Bartoli Design.
Socio de ADI, la Asociación para el Diseño Industrial, ha obtenido el Compasso d'Oro a la carrera, además de un Compasso d'Oro en 2008 con la silla R606 Uno, diseñada para Segis.
CARLO BARTOLI PARA ERNESTOMEDA
La colaboración con Ernestomeda inició en 1997, cuando Carlo Bartoli recibió el encargo de proyectar una nueva colección. El estudio, muy arraigado a la tradición milanesa, decidió homenajearla también en el nombre: nació así la cocina BRERA, un programa sumamente contemporáneo con un estilo peculiar que se manifestaba a través de la elección de los materiales y del diseño de algunos elementos –cabe señalar los tiradores realizados en acero o material plástico. La innovación se notaba también en los módulos abiertos de aluminio, que creaban un juego de volúmenes vacíos de vanguardia en ese entonces.
«La gran suerte de rodearse de la belleza en su forma extrema, habitar los propios sueños».